La boda de Miguel e Irina fue una boda sencilla y bonita.
Llegamos directamente al Ayuntamiento de Gandia, situado en la Plaza Mayor donde los familiares ya esperaban ansiosos la llegada de los novios. Algunos de ellos habían venido directamente desde Rusia.
Ya en el interior del ayuntamiento, tuvimos una pequeña ceremonia llena de vida, miradas cómplices y alegría. Fuimos testigos no solo de la unión de dos personas, si no también de la unión de dos culturas, dos familias que a pesar de la distancia ya mantenían una estrecha relación. Tras el arroz partimos directamente hacia el restaurante El Arnadí, situado en Guardamar de la Safor, donde además de disfrutar de una pequeña recepción con la familia y amigos, pudimos jugar fotografiando en los románticos rincones que nos ofrecían los jardines y los salones cuidadosamente decorados del restaurante. Un selecto restaurante francés muy acogedor donde disfrutamos de su gastronomía con todo gusto y sentido.
Una boda «mínimal», intensa y muy familiar.
Miguel, Irina, Welcome to Kazados!